domingo, 16 de octubre de 2011

9...LHASA. CAPITAL EL TIBET, EX-HOGAR DEL DALAI LAMA

Dejo Kathmandu con ganas de un bis. Me que pide que siga escudrinando sus rincones un par de dias mas...y lo hare.
Unos problemas sn importancia en el aeropuerto (pense que no volaba) y despegue hacia el Tibet!!! Algo mas de una hora de vuelo...toda ella con la boca abierta. La cordillera del Himalaya aparece de la nada, dandote una bofetada directamente en el corazon. Todos los pelos del cuerpo de punta, y alguna lagrimilla que asoma y vuelve al ojo sin terminar de caer por simple timidez. Desde mi asiento de pasillo, adivino el paisaje por entre las gigantes cabezas de dos chinos que solo miran por el objetivo de su megacamara. Acostumbrado a ver la tierra a miles de metros por debajo de mi, impacta descubrir que esta vez, no soy yo el que observa el mundo desde un punto dominante. Ahora las montanas de mas de 8000 metros te miran pr encima del hombro y te hacen sentir un verdadero canijo. Es como ir en un coche.Por primera vez, veo el Monte Everest, y los ciento y pico chinos que me acompanan en el avion, tambien. Ahora recuerdo cuando en el cine Jayto de Mostoles, hace casi treinta anos, la gente aplaudia como loca cuando Bruce Lee, acababa con Chuck Norris!! Pues mis companeros de viaje, hacen lo mismo. Me incomoda un poquito al principio, pero luego me hace incluso gracia. Van a todos los sitios a toda prisa. Bajan de sus autocares, disparan una rafaga de cien fotos en cinco minutos,y se suben de nuevo al autobus para recorrer otros 200 kilometros y hacer lo mismo. Es como una pelicula a camara rapida.
Al aterrizar en Lhasa, me quedo muy sorprendido al descubrir la triste realidad de lo que son las "grandes" ciudades de Tibet: cuarteles generales del ejercito chino, amenazando y reprimiendo cualquier atisbo de libertad. Militares chinos registran las maletas en busca de cualquier cosa que pueda "alentar una revolucion": libros occidentales sobre Tibet, fotografias del Dalai Lama,pendrives, cds, la Lonley Planet (30 Euros malgastados) y cualquier cosa que consideren amenazadora. El resultado no es solo el requisar el objeto, sino la deportacion automatica al aeropuerto de salida.
Lhasa es una ciudad que impresiona a la llegada. Una explanada a mas de 3600 metros de altitud, rodeada por todos sus flancos por montanas de mas de 5000.
El Palacio de Potala (antigua residencia del Dalai Lama) es lo primero que veo. Me viene a la mente "7 anos en el Tibet". Solemne,milenario e imponente, gobierna Lhasa desde las alturas.
La ciudad ha "crecido" desde el nucleo central antiguo, al abrigo de la Revolucion "cultural" china del 59...es decir, desde la invasion y exterminio de parte de las tradiciones tibetanas. Nada ha sido respetado fuera de este nucleo. Ni siquiera Potala. Las casas que rodeaban el Palacio, fueron demolidas y en su lugar, una enorme y horrorosa plaza, se funde con centros comerciales recargados con luces de neon. El intento de reducir el Palacio a simple curiosidad pasada de moda, no es sino un ridiculo fracaso chino, pues cuando estas en el entorno de Potala, esas luces de neon se apagan en tu mente, y lo unico que ves, es la tenue iluminacion del Palacio-fortaleza.
El centro de Lhasa, es bastante autentico. Si lograsemos apartar de nuestra vista los cientos de militares, policias, espias...que el gobierno chino ha destinado alli (innecesariamente) veriamos una amalgama de tibetanos nomadas, lugarenos de Lhasa, monjes de cualquiera de las sectas budistas, bastantes turistas chinos y un punado de occidentales. Los fieles rodean el impresionante templo de Jokhang, con su Khora (una vuelta al templo en sentido horario, recitando sus plegarias mientras giran su rueda de rezo y se postran en el suelo cada ciertos pasos). El humo ritual, unido a la falta de oxigeno debido a la altitud, a veces no te deja respirar.
Es bastante facil perderse (de hecho, me perdi un par de veces), pues las callejuelas son bastante parecidas, y las casas casi exactamente iguales. Todas estan encaladas y de un par de pisos de altura. Las ventanas son de madera roja y las planta de forma trapezoidal.
El mercado (Baghkor) domina el dia a dia, tanto la parte turistica, como el mercado local, apenas dejan lugar para el paso de motos electricas y bicicletas. Carnicerias, mantequerias, frutas y verduras y objetos para vender a los turistas, llenan el espacio como en casi cualquier mercado del mundo. A cada paso escuchas un "cheap chipi", "Lucky,Lucky" o un "I love you" seguido de una enorme sonrisa. Los tibetanos son gente amable, sonriente y encantada de ayudarte aunque no sepan como. Tabien son curiosos y los mas atrevidos se acercan y preguntan cualquier cosa, con la unica intencion de tener contacto con alguien que viste extrano, habla mas extrano aun...y tene barba!!! les encanta la barba. Probablemente porque ellos son casi completamente imberbes.
El unico olor que destaca en la ciudad, es el de las estufas que utilizan tanto para cocinar como para calentarse. Un combustible que no acierto a saber que es, pero que seguro que en Europa estaria prohibido. Se te mete por la nariz y te recuerda a un escape de gas...pero a lo bestia. A veces llega incluso a marear.
He pasado dos dias y medio increibles en Lhasa. Me han sobrado las miradas amenazantes de las fuerzas de seguridad china en cada esquina y una papelera con la que tuve un altercado la primera noche, pero me he tomado incluso unas cervecillas nocturnas, mientras Los Panchos cantaban "malaguena salerosa" en el equipo de musica pasado de moda...ya ves lo que hace la globalizacion.
Ya hemos emprendido el camino hacia la frontera. En cinco dias llegamos, no sin antes visitar nuevos pueblos tibetanos y el Campo Base del Everest (me repito un poco co esto, pero es que la idea me encanta!!)

Un besito a todos. Agradezco los comentarios, pero el blog me falla y me llegan como anonimos...firmarlos!!

Juanjo(y el calcetin de Sergi, la piedra de Alex y los besos de Paula y Nico...y de todos vosotros)